Waissman-"Los otros"
Yo tengo unos lentes negros y otros marrones.
Amo mis lentes. Siempre los pierdo, pero siento que son una extensión de mi persona.
Yo uso lentes en la playa.
En la calle.
En los carros.
En el autobús.
En el metro.
En edificios cerrados.
Los otros me verán pensando que soy una excéntrica o por lo menos que soy bizca, pero a mí me gusta cargarlos así no haya sol, no tengo problemas de excentricidad, mis lentes me protegen de otra cosa aparte de los rayos UV.
Del desconsolante sentimiento de anonimato.
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Gustave Le Bon hizo un estudio profundo y muy interesante al respecto en su Psicología de las Masas, pásenle aunque sea un ojo de águila.
...los individuos que componen a una masa humana, al formar parte de una multitud los transforma en almas colectivas capaces de sentir, pensar y obrar de una forma completamente distinta a como lo harían aisladamente. sacado de aquí
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Mis lentes me protejen de perderme en ese mar de almas que conforman la multitud. Me resisto, tristemente en una batalla baldía, a ser un elemento más en el paisaje citadino. Árboles, carros, gente, edificios y yo.
Odio las filas (o las 'no filas' venezolanas).Odio la aglomeración de tumultos de muchedumbres conformada por gentío.
Odio sentirme otro ladrillo en el muro.
Por eso mis lentes me salvan, me rebelo ante esa imposición al no dejarme absorber, evitando contribuir en lo menos posible con la estructura de las masas. Combato anonimato con anonimato y me mantengo a salvo en la privacidad que apartan mis lentes negros, en ese espacio que hay entre mis ojos y el cristal ahumado.
Hace un tiempo en la exposición "La vida es un Cómic", expuesta en el CELARG, comprobé que el amor a primera vista sí es verdadero, apenas posé la mirada en uno de los cómics en exhibición ese hermoso sentimiento hizo ebullición.
Quince Minutos de Alfredo Rojas, fundador y editor de la revista Zuplemento, ilustra en dibujos lo que las palabras 'desconsolante sentimiento de anonimato' dicen.
(Esas son fotos de celular, puedes leer y detallar el cómic aquí)
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...en una multitud desaparece la personalidad individual surgiendo lo inconsciente social en primer lugar. El individuo adquiere un sentimiento de potencia invencible, lo que le permite ceder a sus instintos que como individuo aislado hubiera frenado, porque actuando en medio de una multitud anónima desaparece la responsabilidad. sacado de aquí
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Por otra parte, por que hay que ser justos, el poeta español Antonio Machado combate éstas afirmaciones:
"El hombre masa, no existe; las masas humanas son una invención de la burguesía, una degradación de las muchedumbres de hombres, basada en una descualificación del hombre que pretende dejarle reducido a aquello que el hombre tiene de común con los objetos del mundo físico: la propiedad de poder ser medido con relación a unidad de volumen. Desconfiad del tópico «masas humanas».[...] el tópico proviene del campo enemigo: de la burguesía capitalista que explota al hombre, y necesita degradarlo; algo también de la iglesia, órgano de poder, que más de una vez se ha proclamado instituto supremo para la salvación de las masas. Mucho [19] cuidado; a las masas no las salva nadie; en cambio, siempre se podrá disparar sobre ellas. ¡Ojo! "
Aunque Machado sí aporta un buen punto, algo que siempre he dicho es que cada era se adapta en una especie de simbiosis con su pueblo. Dado que ésta es la era del capitalismo, el término de masa humana calza perfectamente como guante. ¿No? (Lo cité para agregar un poco de cizaña al tópico y no dejársela a Le Bon tan fácil. Machado vs Le Bon)
"Pensar colectivamente es la regla general. Pensar individualmente es la excepción." Gustave Le Bon
yo aspiro ser esa excepción.
yo aspiro ser esa excepción.