Recuerdo el día que nació, todos los sentimientos de rabia e insatisfacción, frutos de mi malcriadez, se desvanecieron cuando vi aquella bolita rosada durmiendo en su incubadora. Hubo unas complicaciones con la gestación del embarazo, debido a la ya no tan joven edad de mi mamá, pero ambos salieron sanos y salvos.
Sanos y salvos, así es como estamos ahorita todos, yo le doy las gracias a él; en los momentos difíciles mi hermanito sirvió como un pegamento que mantenía unida a la familia, él me enseñó a ser responsable y a pensar en mis actos, ya que como hermana mayor yo era el ejemplo y me tomaba ese cargo muy en serio (aún). Aprendí a la fuerza a cocinar, a limpiar, (a limpiarlo), a no ser tan caída de la mata, a ser precavida, en fin, a ser independiente. De alumna me volví maestra porque tenía a alguien a quien enseñarle y ¡Oh Dios! cuánto le he enseñado, no porque sea una loca obsesiva en cuanto a la educación de mi hermanito, si no porque él es un lunático obsesivo del aprendizaje, todo lo cuestiona, lo analiza, lo reflexiona y ve puntos y perspectivas que los ojos que tienen el triple de años viendo no han captado. En verdad él también ha sido mi maestro, cuando mis conocimientos no son lo suficientemente buenos como para responder todas sus preguntas, me toca investigarlo y entenderlo para traspasarlo del lenguaje de adultos a lenguaje de niños (es por eso que en cierta forma me he vuelto una Nerd).
Me agrada decir que es un 'Mini-me', heredó mi apetito voraz por los dulces (en realidad el apetito de la familia, somos muy dulceros). No entiendo cómo, siempre tiene algún tipo de golosina en su bolsillo, si me provoca comer algo, no acudo a la despensa si no a los shorts, bermudas o pantalones de mi hermanito. Para semejante apetito, sorprendentemente no es gordo, gasta demasiadas energías en aventuras, expediciones, deportes y correteando por todas partes como para engordar. Eso es lo que me encanta de él, nunca se estanca, no recuerdo ningún momento que lo haya visto todo un dia acostado viendo TV, ni enfermo se le quitan las ganas de aprovechar el día; como su superior inmediata, soy la supervisora de todas las travesuras que se le ocurran y sin querer (o queriendo) me arrastra a ellas también, me ha enseñado a aprovechar el día también.
También debo darle mención honorífica a mis padres como influencia de la personalidad tan singular de mi hermanito, con toda la modestia del mundo tengo que decir que todos sus críos somos seres excepcionales. No es que seamos la familia perfecta, pero si estamos muy conformes y felices con lo que tenemos, después de un camino duro de aprendizaje sobre el valor del trabajo, todos hemos luchado por cumplir nuestros objetivos y metas. La llegada de mi hermanito nos dejó un poco cortos de dinero al principio, pero con esfuerzo logramos resurgir, de una manera que aún me intriga y me sorprende porque no fue por interés monetario (no mucho), si no por el amor cegado que le teníamos a ese pequeño ser.
En fin, mejor corto ahorita porque sino no acabaría nunca, resumir en pocas palabras la manera en que mi hermanito cambió nuestras vidas me parece injusto, estos cambios aún suceden y se siguen escribiendo, así que es un ensayo de nunca acabar...
Hace 9 años y medio mi vida giró 180º y siento que para bien; nuestras vidas, o por lo menos mi vida, ha cambiado tan drásticamente que algunas veces no puedo evitar preguntarme ¿Cómo habría sido todo si no hubiera nacido mi hermanito? Pero eso es algo que no sabré nunca (y en verdad...ni quiero saber)
PS: "Otra dimensión es una sección que estrené donde relataré cómo habría sido mi vida si ciertas cosas hubieran pasado. Como pocos sabrán, mi madre tuvo un aborto natural en el 2000, era semana santa."
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