Desperté con el sol en la cara, ya la maratón de sueños había terminado y era hora de encarar la realidad. Los gritos de gol que mi hermano profería me confirmaban mi total espabilamiento.
Ya tenía en mente muchas diligencias, pero entre las más importantes y de la que no podía escaparme era de: Pagar la luz. Algo que muchas personas que viven con sus padres dan por hecho.
Ya la cuenta estaba atrasada y no podía soportar más la ansiedad que me invadía cada vez que llegaba a casa y veía todo apagado, mi mente suponía que ya la corporación eléctrica no tendría más paciencia para mí y mi incapacidad de hacer las cosas a tiempo.
Al salir, me detiene un técnico de CANTV para arreglarme la línea, sí, la línea también está dañada. "Lo siento, voy saliendo." - a lo que él contesta "Tranquila, yo arreglo esto aquí abajo. No tengo que subir al apto". Después de una larga espera del autobús, arribo sana y salva a mi punto de pago en el Beco de Chacaito, Nivel Locatel. La cola es larga, como de unas ocho personas, adelante de mí se encuentra un señor que, por sus ropas, adivino que es un oficinista. A su vez, delante de él, se encuentra Chonto, una de esas personas que conoces, pero no sabes por qué las conoces. Yo lo atribuí a mi buena memoria para las cosas triviales. No se si él me habrá reconocido; OjO, ¡aclaro! elevo mi humilde existencia, hasta el nivel de suponer que él me podría haber conocido, por la evidencia encontrada en una de mis fotos en Myspace, él la comento.
Empiezo a temblar una pierna, arriba, abajo, arriba, abajo. Nunca he sido buena esperando. Siento que mi impaciencia se libera con el movimiento de la pierna, por lo tanto, no me detengo. Empiezo a observar mi alrededor, Versace tiene un Eau de Toilette con una presentación muy bella. Red Jeans, para ser más específicos. Es la única presentación de perfumes que me gustó. No sabía que Salvador Dalí tenía una marca de perfumes, me pregunto a qué olerá. A surrealismo. Cuadernos de Nacho que no son tan bonitos. Una tienda de ropa interior, necesito un/una colombiano/a "Recordatorio: Ir al consulado de Colombia". La cola avanza un poco, ¿Chonto sabrá quien soy?.
Movimiento de pierna que no puedo detener. Pienso en utilizar provechosamente estos momentos para desarrollar mi paciencia tal cual ninja o samurai o maestro Zen, uno de esos. Me detengo.
La impaciencia tiene que salir por alguna parte, así que corre a las otras partes de mi cuerpo. Caderas, brazos, cara. Se mueven sin poder controlarlos. Mucho zaperoco. Vuelvo a mi movimiento básico de piernas. Se me ocurre una teoría que alza a la Impotencia como el rey de los sentimientos, pero hablaré de eso después.
Faltan cuatro personas ahora, atrás de mí la cola sigue igual. Los observo y estudio, una señora rechoncha ahora está detrás de mi y atrás de ella una de esas parejas 'coloquiales' que sospechosamente siempre forman un 81 o 18, ella gordita y él flaquito. Ambos demostrándose su amor el uno al otro. Muy..¿lindo?. Los individuos que ocupaban los últimos puestos no se salían del standard común de estos parajes. Una señora viejita, una señora barbie, otras señoras de caras olvidables, etc. Soy la única joven.
Siempre se ve en las películas que en este tipo de eventos el protagonista está mas expuesto a encuentros de tono amorosos o algo igual de interesante. En la realidad no es así. Al menos no conmigo.
Después de chequear un buen rato a mis compañeros de cola, me dispongo a detallar a mi antecesor. Típico corte de oficina, deseo tocarle el cabello. Muchas veces me sucede que quiero hacer algo que en las leyes típicas sociales no se puede hacer. No lo conozco, no lo toco. Mi Superyo me controla, pero al navegar con los ojos por su nuca y su corte, me topo con una anomalía que lo pondría a prueba. Sobre el parejo y homogéneo corte de alfombra, esos corticos corticos, sobresale una hebra de cabello por quizás más del quíntuple de altura de sus demás hermanos. Mis obsesiones compulsivas se escapan y hacen fiesta en mi conciencia moral y social. Deseo Necesito Tengo que quitar ese cabello, tocarlo, cortarlo, halarlo, morderlo, desaparecerlo de esta tierra. Trato de distraer mi mente al seguir navegando sobre su nuca y corte, el tipo se voltea, tiene un poco de barba y una espinilla que hizo su hogar entre esos bosques. Es narizón, narizón con grasa. Es feo. Voltea de nuevo. Voltea al otro lado.
No entiendo por qué voltea tanto.
Veo mi reflejo en el espejo, supongo que él vio mi rigoroso escudriñamiento y se habrá sentido invadido. Detengo mi empresa.
Chonto ya está en taquilla.
Falta poco. Nacho regresa a clases La señora Barbie tiene mucho maquillaje Mi pierna no deja de temblar Chonto es calvo en la punta de la cabeza Tiene la apariencia desaliñada que cualquiera de su estilo tendría Camisa anaranjada con un logo de Etnies dañado por el uso Zapatos sucios Short de esos largos que no se como se llaman Un tipo deja la taquilla Un señor Tiene los ojos verdes y la calva como Chonto Ojos muy Hermosos Me mira Yo desvío la mirada No soy buena manteniéndola Tipo de oficina pasa a taquilla. Cuadernos de Nacho Chonto firma algo Seguro lo reemplazaré en su puesto Ropa interior Nacho regresa a clases Personas en la cola Pierna moviéndose El bolso me pesa Señora viejita muy viejita con el labio inferior más grande que el superior me mira y me apunta con la boca hacia la taquilla. Volteo. Tipo de oficina se fue.
Paso a taquilla.
"Buenos Días" Entrego mi dinero y factura.
Mirada rara de la taquillera.
Palabras que me dan risa: "Disculpa chica, eso es luz, eso no es por aquí y no hay línea para eso"
Me río.
Recojo mi dinero y me voy.
Qué interesante, la última persona de la fila resulta ser un chamo con lentes, muy bonito. Se me queda viendo.
El fin.
2 comentarios:
Pase por aqui, leí algo sobre lo que piensas y vives.
Fue agradable.
Saludos!!
eh pasado casi toda la tarde leyendo este blog... no se que me gustas mas, el hecho que me distrae de la pelea que tiene mi alma con mi conciencia, o que son temas y loqueras que me pasan y que jamas podria escribir tan bien... realmente no se pero como me ayudo a matar horas de mi tiempo =)
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